Hereda de la tradición romántica: subjetivismo, antirracionalismo y antipositivismo.
Pictóricamente, las características más importantes de este movimiento son:
- El color, a veces se usaban colores fuertes para resaltar el sentido onírico de lo sobrenatural.
- Temática: hay un interés por lo subjetivo, lo irracional, al igual que en el romanticismo. Los autores, ya no intentan plasmar el mundo real, sino su interior, el de sus sueños. La pintura es una representación de sus estados de ánimo, de las emociones.
- Técnica: intentan crear una pintura no supeditada a la realidad, en donde cada símbolo tiene una concreción propia, en la aportación subjetiva del espectador y el pintor.
Los artistas más reconocidos en este movimiento son:
Puvis de Chavanne: La seriedad y nobleza primitivas para colocarlas en lo intemporal. Creyó encontrar a sus maestros en Rafael y Poussin.
Odilon Redon: abordó el tema religioso.
Gustave Monreau: recrea mundos literarios, hay tensión y angustia. Además hay un ambiente mitológico.
Matisse: Exaltación del color puro, distorsiones de la perspectiva y del dibujo, supresión del modelado de la figura, el cuadro es una superficie plana con valor autónomo.
Pintura Metafísica:
La pintura metafísica surge en Italia con Giogio de Chirico hacia 1911. Señala una reacción contra la pintura futurista, en cuanto persigue la calma y lo estático. Sus recursos espaciales y ambientes oníricos fueron imitados por surrealismo.
Dadaísmo:
Rechaza la tradición estilística y los fundamentos esenciales de la actividad artística: la capacidad creadora, la inspiración, el oficio, el artista; los géneros, las condiciones estéticas, formales y técnicas.
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